lunes, 27 de marzo de 2017

Hoy os traigo la entrada más especial y que más me ha costado publicar. Esto fue un vídeo para ayudar a una chica con un trabajo de clase, pero me dí cuenta de que puede servir también para imprimir unas buenas dosis de ánimo y de optimismo a todos los que estéis pasando por esto. No lo olvidéis nunca: todo se puede lograr.

jueves, 8 de septiembre de 2016

IMPOSIBLES QUE UN DÍA SE PUEDEN CUMPLIR

¡Hola de nuevo! Tengo una gran noticia, la mejor posible, la que me permite alcanzar por completo mi recuperación. Después de 15 meses de miedo, angustia, temor por mi fertilidad, RECUPERÉ LA REGLA de forma natural, sin ningún tratamiento hormonal. Mi cuerpo ha podido volver a funcionar, ganando al fin la batalla que mi mente hace meses venció. Porque en esta guerra, cuerpo y mente, no van al mismo ritmo y eso es algo que debéis tener siempre presente y que no os puede desanimar, porque lo fundamental es curar la mente, el físico tan sólo es una consecuencia del problema. Si habéis logrado o estáis logrando acabar con el bicho, no os preocupéis si los resultados no se pueden apreciar, es una cuestión de tiempo. Roma no se construyó en dos días. Todo buen final, tiene un difícil comienzo. No hay que dejarse dominar por la situación, hay que sacar coraje y enfrentarse a los: "pero sigues estando muy delgada, ¿seguro que ahora comes bien?", al miedo de no poder ser madre, a la pena al ver fotos antiguas o a  sentir que tu esfuerzo está siendo en vano. Todos esos momentos de debilidad tienen que ser un  impulso para coger más ganas y conseguir acabar con todos los temores. Ver como con tiempo y  constancia ningún miedo se  hizo realidad y todo lo perdido se pudo recuperar.

Otro hecho positivo que acabo de vivir ha sido  una sesión de fotos con una gran persona: https://www.facebook.com/unmismoeje/?fref=ts. Poder enfrentarme a una cámara fotografiándome en bikini, con mis imperfecciones  y mis logros. Ella ha logrado captar no sólo mi cambio físico, sino mental. Creo que las fotografías reflejan todo el proceso de recuperación, mi felicidad, la reconstrucción de mi autoestima y la seguridad en mi misma, el sentirme bien con lo que soy, por dentro y por fuera. Ojalá existieran en el mundo más personas como ella. Una gran profesional y una mejor persona. Gracias.

Espero con esta entrada trasmitiros la felicidad y el optimismo que estoy viviendo en esta época de mi vida y que no quiero perder nunca. Querer es poder. Uno mismo es el único que tiene el control sobre su estado de ánimo. No puedes elegir que no te ocurran cosas malas, pero si puedes canalizar lo que te pasa, aprender de lo malo y exprimir al máximo cada una de las cosas buenas que rodean nuestro día a día.
No lo olvidéis nunca, todo se puede lograr.







domingo, 28 de agosto de 2016

Saber que se puede, querer que se pueda.








¡Hola de nuevo! Perdón por estar tanto tiempo ausente. Este verano quise desconectar de todo pero aquí estoy otra vez con más ganas que nunca porque cada vez son más los mensajes de ánimo y agradecimiento que recibo. El otro día estaba de fiesta cuando una persona me paró para preguntarme si yo era la chica del blog. Me dió las gracias porque le había ayudado a seguir adelante. No hay nada más reconfortante que ver cómo mi historia sirve para mejorar la situación de otras personas. Gracias por todos los mensajes de de cariño y ánimo. Una vez más la vida me enseña que detrás de algo malo, siempre hay algo positivo.

Estos dos últimos meses he podido disfrutar del tiempo libre con mis amigos y mi familia. Viviendo mi vida, sin ser una marioneta en manos del bicho. Tomando mis propias decisiones, lejos de sus directrices. He sido feliz cenando con mis amigos, comiendo en la playa o tomando un helado con mis padres.  

Cuando estaba enferma, intentaba entender que era lo que me estaba pasando. Me ayudó mucho saber que era algo que en aquel momento no podía controlar, que mi cabeza tenía una lucha interna y que sólo yo podía hacer que ganase la batalla.
Buscaba información constantemente para ayudarme a comprenderme y lo que más me dolía era leer en internet mensaje negativos sobre la enfermedad, comentarios en los que decían que la anorexia nunca se curaba, que siempre te iba a acompañar. Por eso empecé este blog, para demostrar que aquello no era cierto, que sí se supera. Es importante saber que la medicina para la anorexia no es volver a comer adecuadamente sino volver a quererte y valorarte. Luchar por ti misma. Ese es el único camino hacia la recuperación. Librarse de la anorexia no es un camino fácil y rápido, ser consciente de ello, me ayudó a no rendirme y tener la constancia y la paciencia necesarias para poder ver la luz al final del túnel.

Cuando veo mis fotos del año pasado, con doce kilos menos, me asusto al ver la destrucción física,sin embargo, lo que más duro me resulta es recordar la destrucción mental. Acordarme de todo el tiempo perdido por querer estar encerrada en mi mundo lejos de mis seres queridos y formado únicamente por las calorías, de todos los planes a los que renuncié y los viajes que no disfruté. De las discusiones, de mi mal humor, mi tristeza y frío constantes. Pero a la vez me fortalece ver cómo no sólo he vuelto a recuperar todo lo que un día perdí, sino que de esta batalla salgo ganando, ya que mi autoestima está en niveles más elevados de antes de caer en la anorexia. Y no sólo eso sino que valoro más cada nuevo día. Ante el dolor hay dos opciones: lamentarse o salir reforzado de ello. Sin duda, la segunda opción te conduce a la felicidad. No me cansaré de repetirlo: todo se puede lograr. Y si todavía no ha llegado, no resistas, es tan sólo una cuestión de esfuerzo y tiempo.



lunes, 6 de junio de 2016

FELICIDAD








9 meses separan una foto de otra. 10 kg de salud, de bienestar. El cambio físico se aprecia fácilmente, pero fijándote también se puede apreciar el cambio mental, que sin duda, es el más importante. El brillo de mis ojos. La sonrisa vacía de la primera foto junto con la alegría que desprende la segunda. He vuelto a ser yo, he vuelto a tomar mis propias decisiones sin estar dominada por los mandatos del "bicho". Poder hacer lo que quiero, sin renunciar a lo que me hace feliz.Poder recuperar el tiempo perdido y volver a disfrutar de la compañía de los míos, salir del aislamiento en el que me encontraba. Recuperar la alegría que tanto me caracterizaba antes de que el bicho me la arrebatara.Adiós al control absoluto, a dietas estrictas, a la autodestrucción.
Se cumple un año desde el comienzo de todo, llega la época que siempre me llenó de temores e inseguridades: el verano. Sin embargo, por primera vez todo es diferente porque a pesar de no tener el cuerpo que quiero, a pesar de que me encantaría tener más curvas y kilos, me expongo en bikini sin miedos. Ya no me importa el que dirán. Porque al fin he aprendido que el físico es algo secundario, que me tengo que querer tenga el cuerpo que tenga. Después de haber sido un saco de huesos y haber tenido el amor incondicional de mis seres queridos en esos momentos, comprendí que no soy un físico, que valgo por lo que soy. Porque lo que hay dentro de ti es lo mismo que hace que los que te quieren lo hagan independientemente del peso que marque tu báscula. Por eso, sonrío, porque sé que gracias a lo que soy, tengo a las mejores personas a mi lado, las que han estado ahí cuando pesaba 36 kilos y las que seguirán ahí tenga el aspecto que tenga. Gracias.

martes, 17 de mayo de 2016

Tutto si può realizzare


 " Cuando llegue a mi peso me voy a hacer un tatuaje para no olvidarlo nunca".
Que lejos parecía aquel momento, y sin embargo, como está grabado en mi piel, se pudo lograr.

Un tatuaje es para toda la vida, tienes que estar segura antes de hacerlo. Yo lo estuve. Sin duda, la anorexia es algo que me ha marcado y siempre estará presente en mi. Por eso quise tatuarme mi lucha para no olvidar jamás lo que me costó llegar hasta aquí. Porque si en algún momento el bicho quiere asomarse de nuevo recordarle que perdió la batalla y que ya no podrá derrotarme.Fui, soy y seré más fuerte que él.

El proceso de recuperación ha sido lento pero día a día me fui haciendo más fuerte, feliz y capaz de reconstruir mi autoestima. También soy más optimista gracias a poder ver que pude salir de un túnel del que una vez creí que era imposible volver a ver la luz. Ahora me acuerdo de esos momentos en los que todo parecía una pesadilla, en los que día a día se repetía lo mismo y me invadía la impotencia y la frustración al ver que nada cambiaba y sonrio orgullosa al ver que se pudo. El truco está en sacar todas tus fuerzas y esperanzas, en esos instantes, en los que las ganas de rendirse parecen pesar más. Confiar en que mañana todo puede ser mejor.  Porque al final, ese mañana llega.

Querer salir del laberinto en el que tú misma te perdiste, es el primer paso para conseguirlo. Pero antes tienes que comprender que mientras busques la salida, te tropezarás mil veces, te caerás y parecerá imposible llegar.  Pero, cada vez que te vuelves a poner en pie para volver a intentarlo, te llevas los mejores aprendizajes y recuperas la confianza en ti misma, al ver como puedes luchar contra tus miedos.

Hoy me miro al espejo y puede que no tenga el cuerpo más bonito del mundo. Me gustaría tener más curvas, pero estoy contenta conmigo misma. Me quiero por lo que soy, más allá de un físico. Por todo lo que he conseguido por mi misma. Y quien merece la pena, te querrá por lo mismo, por lo que eres.


jueves, 14 de abril de 2016

Lo imposible solo cuesta un poco más




Lo primero de todo quería daros las gracias por todos los correos que me enviais. No os imagináis la emoción que siento cada vez que veo la confianza que depositáis en mi y lo reconfortable que es poder ver que esto sirve para ayudaros. Cuando empecé este blog, lo hice para desahogarme y con la esperanza de que pudiese ayudar a alguien pero jamás pude imaginar que tendría esta repercusión y no me puedo sentir más orgullosa de ello. Una vez más, otra prueba de que todo lo malo esconde sus partes buenas, el haber pasado esta enfermedad hace que ahora pueda ayudar a aquellos que están pasando por lo mismo y darles las fuerzas que un día yo necesité.

Como podéis ver estas últimas entradas las acompaño de fotos, porque a veces es verdad eso que dicen de que una imagen vale más que mil palabras. Es duro pero es bonito a la vez poder ver como entre esas imagenes cada vez hay más diferencias. Porque cada día que pasa estoy más sana, más recuperada y más feliz.

Me ha costado mucho tiempo aprender que el problema no estaba en mi cuerpo sino en mi cabeza. Yo le echaba a él toda la culpa, creía que mi falta de autoestima se debía a que mis piernas no eran lo suficientemente bonitas. Creía que cambiando mi cuerpo, que estando más delgada, lograría quererme. Y sin embargo, cuanto más delgada era más infeliz estaba. Porque aceptarte a ti mismo es independiente a los kilos que marque una báscula. Yo no me quería ni pesando 58 ni 36 kilos. Ahora, en cambio, no es cuando tengo el mejor cuerpo del mundo pero es la primera vez en mi vida que me miro en el espejo y me gusta lo que veo.Me siento bien conmigo misma, me valoro como nunca antes lo había hecho. Lo más difícil no ha sido subir de peso sino construir mi autoestima. Y esa es, sin duda, la meta más importante. Porque cuando te quieres a ti misma, cuando aprendes a ser feliz por ti, el resto de puertas se empiezan a abrir y todo a tu alrededor mejora.

Todo se puede lograr, todo es posible. Es un camino lento pero os aseguro que cuando llegueis al final habrá merecido la pena.

jueves, 7 de abril de 2016

SE PUDO







Sobran las palabras tan sólo hay que mirar las fotos para ver como el título de este blog se cumple.
Los siete meses que separan estas imagenes no han sido sencillos. Hubo momentos en los que mi avance era tan lento que me llené de frustración y  ganas de rendirme. Otros en los que el bicho reaparecía rabioso porque se daba cuenta de que cada vez tenía menos poder sobre mi. Otros de tristeza pero también de alegría cada vez que notaba que tanto esfuerzo iba teniendo resultados. No puedo describir con palabras la emoción que sentí cuando llegué al peso que tan inalcanzable parecía, jamás imaginé que engordar podría llegar a hacerme tan feliz. Fue, sin lugar a dudas, uno de los mejores momentos de mi vida.

Lo más duro de la enfermedad fue ver el dolor reflejado en los ojos de las personas que me querían. Y lo más bonito fue el camino de superación sintiendo el gran apoyo y cariño de mis seres queridos. A pesar de todo el daño, de este camino recojo más cosas buenas que malas, por increíble que pueda parecer. La anorexia me ha hecho cambiar a mejor. Porque una de las causas que me llevaron a caer en ella fue mi falta de autoestima y seguridad en mi misma, ahora en cambio, me aprecio y me valoro como nunca antes lo había hecho. También me condujo a la anorexia el sentirme sola y no ser consciente de todo lo bueno que había en mi vida. En estos momentos, me despierto y me levanto cada día con una sonrisa agradecida de la suerte que tengo. He dejado de perder el tiempo en aquello que carece de importancia, he aprendido a diferenciar los problemas de las tonterías y a no sufrir por aquello que tiene solución. Sí he recuperado kilos pero lo más importante es que he conseguido quererme a mi misma y a mi vida. Es la mayor enseñanza que me llevo y la que espero no olvidar nunca.

Si yo pude hacerlo, tú también puedes. Porque yo también pensaba que este momento jamás llegaría  y ahora que ha llegado lo único que puedo decir es que lo más importante es no rendirse. Aunque todo se tuerza y parezca que todos los días son iguales, aunque la salida esté muy lejos y los pasos sean pequeños, os aseguro que se acaba alcanzando la meta. El camino es muy largo pero es en él donde podréis descubrir lo que hay en vosotros mismos, donde os sorprenderéis al comprobar que sois más fuertes de lo que imaginabáis y os valorararéis cada día un poco más al ver como lo estáis consiguiendo.